Les comparto mi intervención en el marco de la Moción de Censura al Ministro de Defensa Diego Molano:

Hoy me siento como viviendo un dejavu. Preparando los argumentos para mi intervención, de nuevo volvimos a los mismos argumentos y las mismas críticas que ya todo el país conoce contra el Ministro Molano, y es la confirmación de lo que vaticinamos: que su nombramiento como Ministro de Defensa era un gravísimo error, por su falta de experiencia, por su falta de preparación, por su falta de resultados y efectividad, pero sobretodo por su falta de entereza, de rigurosidad y de compromiso con nuestra Constitución. Y hoy el tiempo nos da la razón, su nombramiento ha significado perjudicar todos los indicadores más evidentes de la seguridad y la defensa nacional.

Para mi esta intervención es como la crónica de una muerte anunciada, o más bien, la crónica de 945 muertes anunciadas, porque esa es la cantidad de muertes de líderes sociales que se habrían podido cuidar en este Gobierno si tuviéramos un Ministro realmente competente. 

Esta es la crónica anunciada de haber nombrado a un Ministro cuyo mayor mérito era haber nacido en el Hospital militar. Es la crónica de un concejal, cuya propuesta más recordada fue la creación de un protestodromo, como si la protesta fuera un tema para andar de chiste. Y eso es precisamente lo que ha ocurrido en el Ministerio de Defensa, todo se ha vuelto un chiste. El respeto a los derechos fundamentales, es un chiste. La protección de líderes sociales, es un chiste. El respeto a la disciplina militar y su rol constitucional, es un chiste.  La transparencia y la credibilidad como funcionarios públicos, es un chiste. 

Y para completar el dejavu, ya veo a los defensores de Duque y Molano, queriendo volver esto un debate sobre la honorabilidad de las fuerzas armadas. Por favor señores, dejen el populismo y la mediocridad. Este debate no es sobre el honor de los militares. Es sobre la falta de competencias y de liderazgo del Ministro Molano. Y si ustedes siguen evitando un debate que hoy es evidente ante los colombianos, la credibilidad y honorabilidad de las fuerzas armadas seguirá afectándose por tantos y tantos errores en su liderazgo. 

No voy a repetir lo que en detalle han explicado mis compañeros sobre los hechos ocurridos en Putumayo, pero si voy a resaltar las inconsistencias más graves auspisiadas por el Ministro Molano y las declaraciones y justificaciones que ha pretendido dar, sin importar el enorme costo institucional que conlleva

Es claro Ministro que usted no participó del operativo en el Putumayo, pero su responsabilidad se ve completamente comprometida cuando a pesar de las denuncias públicas, usted salió a los medios de comunicación a dar versiones contradictorias, incompletas y erróneas sobre los graves hechos ocurridos. Voy a mencionar 7 de las más graves:

Inconsistencia 1: Argumentar que todos los muertos eran guerrilleros

Inconsistencia 2: Documentos probarían que soldados movieron cuerpos, alterando la escena del crimen

Inconsistencia 3: El CTI no llegó al lugar a la hora que dice el Ejército

Inconsistencia 4: las versiones contradictorias sobre la presencia de alias Bruno en el caserío, quien sería el principal objetivo del operativo

Inconsistencia 5: Ausencia de  pruebas de que muertos pertenecían a las disidencias, lo cual es un nuevo caso de estigmatización

Inconsistencia 6: La versión de las 4 capturas, que nunca existieron

Inconsistencia 7: Argumentar que todos los habitantes del caserío son miembros de grupos guerrilleros, por el solo hecho de que había un prostíbulo, y negociaban con base de coca

Todas estas inconsistencias fueron respaldadas por usted Ministro Molano. En vez de actuar como un funcionario riguroso y garantista que constata la información, salió Molano a validar estas versiones contradictorias, incoherentes y estigmatizantes. 

Usted como Ministro de Defensa debió haber exigido información clara y completa al Ejército, antes de anticiparse a salir a prejuzgar, encubrir y estigmatizar a gente inocente. 

Finalmente este escándalo se suma a otros muy graves que han pasado en su Ministerio, bajo su mirada pasiva y carente de liderazgo. 

No solamente pasamos por el bochornoso intento suyo de declarar a Irán como enemigo de Colombia, en su afán de congraciarse con el gobierno de Israel, sin calcular el impacto enorme en las relaciones diplomáticas de Colombia. Sin duda fue una torpeza, que demuestra su falta de preparación para el cargo que ocupa

Y más grave aún, la semana pasada el país presenció la participación en política del General Zapateiro, violando de frente y sin pena alguna nuestra Constitución Política, ante la mirada suya, sumisa y falta de garantías para el cumplimiento de la Constitución. Cualquier otro Ministro, ante este acto de desconocimiento de su autoridad como figura civil habría llamado a calificar servicios, pero no sabemos si es que a usted le da miedo exigir el cunmplimiento de la Constitución 

Para concluir, consideramos que en su periodo como Ministro se ha degradado la seguridad nacional, se ha degradado el cumplimiento de los derechos fundamentales y del derecho internacional humanitario, se ha degradado la disciplina militar y el respeto de su carácter no beligerante. Se ha degradado la institucionalidad por la falta de liderazgo, por la falta de transparencia, por la falta de protección a la vida. Señor Ministro, su permanencia en el cargo afecta gravemente la honorabilidad de las Fuerzas Armadas, que merecen un Ministro a la altura